Comentario
INTRODUCCIÓN
Como habrá visto el lector que haya fijado su atención en la portada, la obra que va a empezar a leer tiene este extremadamente largo título:
"El carnero. Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada de las Indias Occidentales del Mar Océano y fundación de la ciudad de Santa Fe de Bogotá primera de este Reino donde se fundó la Real Audiencia y Cancillería, siendo la cabeza se hizo Arzobispado. Cuéntase en ella su descubrimiento, algunas guerras civiles que había entre sus naturales, sus costumbres Y gentes, y de qué procedió este nombre tan celebrado DEL DORADO. Los generales, capitanes y soldados que vinieron a su conquista, con todos los presidentes, oídores y visitadores que han sido de la Real Audiencia. Los Arzobispos, prebendados y dignidades que han sido de esta santa iglesia catedral, desde el año 1539, que se fundó, basta el de 1636, que esto se escribe; con algunos casos sucedidos en este Reino, que van en la historia para ejemplo, y no para imitarlos por el daño de la conciencia".
La palabra título es --según define el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua-- palabra o frase con que se nombra o da a conocer el asunto o materia de una obra científica o literaria, o de cada una de las partes de un escrito o impreso. En consecuencia, es obvio que la expresión El carnero con que comienza el largo encabezamiento de la obra no pertenece al título original de ésta y no puede, en consecuencia, atribuirse al autor, como se verá más adelante, pero tampoco el título es propiamente tal si nos atenemos a la definición académica. Es posible, en efecto, que Rodríguez Freyle tratase de hacer una exposición sumaria del contenido de su libro; al menos, de algunos aspectos de éste. Ello no constituye excepción en la literatura de la época, sino que responde, por el contrario, a una costumbre o moda propia del tiempo en que fue escrita la obra, aunque esto no quiere decir que falten títulos mucho más concisos que éste en no pocas publicaciones contemporáneas. La longitud del que da principio a la obra permite, pues, por sí solo, incluir El carnero dentro de esa gran época histórica que se llama el Barroco. Por otra parte, el mismo título puede inducir a error a quien no pase más allá de su lectura, ya que inclina a pensar que se trata de una obra perteneciente al género historiográfico. Nada, sin embargo, más lejano de la realidad, pues el texto sobrepasa, por un lado, tal calificación y, por el otro, no llega a ella.
Pero no conviene adelantar ideas ni juicios sobre esta obra, que puede ser calificada, en cualquier caso, de singular dentro del panorama general de la literatura barroca americana. Procede, pues, dar cuenta, en primer lugar, de la biografía y la epopeya de Juan Rodríguez Freyle y entrar, a continuación, en la descripción --en el sentido de la Lógica-- de su curiosa obra.